Diccionario mental: así almacena y ordena las palabras nuestro cerebro
Aunque parezca raro, nuestra cabeza tiene una capacidad que es más importante de lo que pensamos.
Incluso, esto se ha dado en las personas que los consumían con constancia. Pese a eso, es común (y normal) que nuestro cerebro siga incorporando, almacenando y restaurando información sobre datos, objetos, personas o sucesos.
Este hecho tiene una explicación: cada uno cuenta con un diccionario mental. Aunque parezca extraño, este diccionario mental funciona de una manera estructurada que nos permite retener cierta información acerca de las palabras. ¡Conocé de qué se trata y cómo funciona este sistema!
Diccionario mental: ¿cómo almacena y ordena las palabras nuestro cerebro?
Si te preguntás de qué manera funciona, es sencillo. Según explica la Universidad de Búfalo, el cerebro, por medio del diccionario mental, guarda información por distintos medios:
- Sonidos
- Letras
- Significados
- Semántica de las palabras
Además, este guardado es personal, es decir, es particular de cada persona. Se personaliza de manera individual según las experiencias que ha vivido un individuo y, a su vez, puede sobreponerse con el diccionario mental de otra persona que habla una misma lengua.
Sin embargo, el contenido propio variará dependiendo de las experiencias, al igual que la cantidad de palabras que guarde cada uno.
Según descubrieron los científicos, una persona estadounidense promedio, a los 20 años, sabe cerca de 42.000 palabras. Esta cantidad puede verse incrementada a 48.000 cerca de los 60 años.
Vocabulario: ¿cómo recupera el cerebro las palabras?
A diferencia de la lenta tarea de buscar palabra por palabra en un diccionario, letra por letra y hoja por hoja, la mente opera de manera distinta. Según explica la Universidad de Búfalo, la capacidad del cerebro para encontrar una palabra es extremadamente rápida.
Si pensás o imaginás que tu mente funciona como un diccionario físico, con hojas, orden alfabético y una descripción precisa para cada palabra, lamentablemente no es tan simple. Aunque hay debates sobre este tema, muchos investigadores coinciden en que la mente no opera de esa manera.
En un estudio, investigadores analizaron la velocidad con la que 24 estudiantes universitarios recuperaban palabras, observando la actividad cerebral mientras se nombraban diversas imágenes.
Comprobaron que los alumnos utilizaban palabras dentro de los 200 milisegundos tras ver la foto. Sin embargo, el cerebro continuaba procesando información sobre la palabra, como los sonidos necesarios para identificarla. Con este proceso comprobaron la rapidez con la que funciona la mente.
Fuente: El Cronista