Hasta qué edad se pueden seguir aprendiendo cosas nuevas (y otros datos curiosos sobre el cerebro)
Explorando la capacidad del cerebro humano para el aprendizaje continuo a cualquier edad y cómo la neuroplasticidad contribuye a mantener un desarrollo mental activo.
El cerebro humano siempre ha sido un enigma fascinante, y recientes investigaciones en neurociencia han arrojado luz sobre su capacidad para aprender a lo largo de la vida. Aquí exploramos algunas de las características y capacidades más intrigantes de este órgano vital.
El cerebro es plástico
La neuroplasticidad es un concepto revolucionario en la comprensión del cerebro. Contrario a la creencia anterior de que el desarrollo cerebral se detiene alrededor de los 25 años, ahora se sabe que el cerebro tiene una capacidad innata para adaptarse y formar nuevas conexiones neuronales a lo largo de la vida.
Esta adaptabilidad, conocida como neuroplasticidad, es esencial para el aprendizaje y la formación de nuevas memorias. Cada nueva experiencia, cada información nueva que asimilamos, contribuye a remodelar el mapa neurosináptico del cerebro, permitiéndonos seguir aprendiendo y adaptándonos a nuevas situaciones a pesar del declive cognitivo que puede acompañar al envejecimiento físico y mental, de acuerdo a lo publicado en la Revista CES Medicina.
Fomentar el aprendizaje continuo
Para mantener el cerebro activo y «joven», hay ciertos hábitos que pueden ser beneficiosos. Ser analítico y observador, dormir lo suficiente para consolidar la información aprendida, y retar los límites del cerebro mediante actividades como rompecabezas o el uso de la mano no dominante, son prácticas que estimulan la creación de nuevas conexiones neuronales.
Estas actividades no solo mantienen al cerebro en buena forma, sino que también promueven un desarrollo intelectual continuo, incluso en las etapas más avanzadas de la vida, según la publicación ya citada.
Desafiando la edad y el aprendizaje
Aunque muchos adultos pueden sentir que están «demasiado viejos» para aprender cosas nuevas, la ciencia sugiere lo contrario. Las habilidades mentales, a diferencia de las físicas, tienen una curva de decrecimiento mucho más lenta, lo que significa que pueden mantenerse en buen nivel incluso décadas después de haber alcanzado su punto máximo. De hecho, habilidades más abstractas como la comprensión, la lectura y la aritmética pueden seguir avanzando hasta los 50 años.
Lo interesante es que, a menudo, el desafío más grande no es la capacidad de aprendizaje del cerebro, sino la inseguridad en nuestras propias habilidades. Estudios han demostrado que los adultos mayores son capaces de aprender y memorizar tan eficientemente como los más jóvenes, especialmente cuando se ven obligados a confiar en su memoria y habilidades, tal como surge en este artículo publicado por la BBC.
El cerebro humano es un órgano de aprendizaje continuo, capaz de adaptarse y desarrollarse a lo largo de toda la vida. La clave para mantenerlo activo y saludable radica tanto en la estimulación mental como en la confianza en nuestras propias capacidades de aprendizaje.
Fuente: El Cronista