Descubre qué es el aprendizaje por competencias y cómo aplicarlo en el aula, pues implica un profundo cambio por parte del docente.
Hoy día existe un amplio consenso en que se debe educar en competencias y garantizar, por medio de la educación, que los estudiantes sean competentes en su desarrollo profesional futuro. Pero, ¿en qué consiste exactamente el aprendizaje por competencias? ¿Cómo se debe aplicar en el aula? A continuación, ofrecemos algunas explicaciones básicas para resolver estas cuestiones.
¿Qué son las competencias?
En relación con la educación y el proceso para el aprendizaje de competencias, el concepto de competencia incluye conocimientos, procedimientos y actitudes (saber, saber hacer, saber ser y saber estar) relacionados con la práctica profesional y el desempeño laboral, que permiten actuar con eficacia (ser capaz de encontrar y aplicar la mejor solución posible) en distintas situaciones y contextos profesionales, sabiendo elegir en cada momento la respuesta más adecuada, según los distintos recursos personales, sociales y profesionales con los que se cuenta.
Las 3 características principales de las competencias
Existen tres elementos que caracterizan las competencias y que se deben tener siempre en cuenta en la acción docente, según Cano (2008):
- Articulan conocimiento conceptual, procedimental y actitudinal. Ser competente implica saber seleccionar en cada situación y contexto el conocimiento que resulta pertinente en ese momento con tal de resolver el problema o reto en cuestión.
- Las competencias deben desarrollarse con formación inicial, permanente y con experiencia a lo largo de la vida.
- Suponen acción reflexiva y mejora permanente. El hecho de tener una dimensión aplicada (la capacidad de transferir conocimientos, actitudes y habilidades a situaciones prácticas para resolverlas eficazmente) no implica la repetición mecánica de ciertas pautas de actuación. Al contrario, para ser competente es imprescindible reflexionar sobre el procedimiento seguido y los resultados obtenidos, para reorientar y mejorar siempre las siguientes acciones.
¿En qué consiste el aprendizaje por competencias?
Uno de los principales aspectos del actual Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) se refiere a la metodología docente necesaria para el desarrollo y adquisición de competencias por parte de los estudiantes. Esto es, la formación universitaria se debe focalizar en el aprendizaje de los estudiantes y, en concreto, en los resultados del aprendizaje medidos a través de las competencias.
¿Cómo aplicar el aprendizaje por competencias?
Para lograr este importante cambio de paradigma, debe darse también un profundo cambio en la labor docente. Así, los docentes deben pasar a ser facilitadores de aprendizajes significativos por parte de los alumnos/as, así como garantizadores del logro de competencias personales y profesionales (más allá de superar un examen y/o una serie de pruebas de evaluación).
Aplicaremos y lograremos un aprendizaje por competencias si:
- cambiamos el enfoque docente de la enseñanza al aprendizaje
- garantizamos que ese aprendizaje sea significativo (que el alumno asimile y acomode los nuevos aprendizajes de forma profunda y estable en su red de conocimientos previos)
- conseguimos que el alumno sea competente en su futuro desempeño profesional
Las principales metodologías y técnicas que se pueden aplicar para lograr este aprendizaje por competencias son todas aquellas que promueven y garantizan aprendizajes significativos, junto con simulaciones profesionales, aprendizaje cooperativo, trabajo en equipo, reflexión y participación activa de los alumnos, etc.
Cada profesor/a podrá adaptar sus objetivos docentes, basados no solo en conocimientos teóricos sino, sobre todo, en aprendizajes significativos, habilidades y competencias, de la manera que considere más adecuada, siempre y cuando se cumplan estos criterios y procesos básicos (ver Figura 1).
Figura 1: Aprendizaje significativo de competencias
Las competencias profesionales: el origen del concepto
Todo lo comentado está estrechamente ligado con el ámbito profesional. En este terreno, hay múltiples definiciones de competencias, pero una de las más consensuadas y clásica es la de Le Boterf (2000). Según este autor, una persona competente es aquella que “sabe actuar de forma pertinente en un contexto particular, eligiendo y movilizando recursos personales y recursos de redes” (p. 54).
Esta definición enfatiza, frente a los conocimientos teóricos, el saber actuar con eficacia en un contexto particular y con un objetivo definido. Más recientemente, el propio autor, indica que “ser competente es ser capaz de actuar y reaccionar de manera pertinente y durable en una familia de situaciones” (Le Boterf, 2010; citado por Tejada & Ruiz Bueno, 2016, p. 17).
En los últimos años, se han producido cambios muy importantes en las empresas en relación con los recursos humanos, lo cual ha derivado en un cambio total de paradigma que se puede resumir en los siguientes conceptos y procesos:
- 1. El paso de la selección tradicional —donde se entiende que el empleado desempeñará siempre las mismas tareas— a la selección estratégica de personal, basada en la búsqueda e integración de personas en la empresa con capacidad de aprendizaje, innovación y creatividad, trabajo en equipo, flexibilidad, automotivación, orientación al cliente, orientación a la calidad, estabilidad emocional y habilidades sociales (Sternberg, 1977).
- 2. El cambio del análisis de puestos —donde se buscaba el mejor empleado para cada puesto— al análisis de competencias, el cual es mucho más realista y complejo, y es donde se busca el empleado más adaptable.
En resumen, para establecer un aprendizaje basado en las competencias del alumnado será necesario que el docente haga una transición de la enseñanza tradicional al aprendizaje significativo, donde el alumno pueda incorporar lo aprendido de manera más efectiva y siente las bases para convertirse en un futuro en un profesional competente.
ALFONSO PÉREZ MUÑOZ